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Reflexión, autoconocimiento y evidencias

Herramientas para el autoconocimiento: 
¿cómo identificar fortalezas y debilidades?

Seguramente, te resulta bastante complejo poder definir de forma clara quién eres, qué te gusta y qué no o, incluso, ser consciente de las emociones que vas experimentando en tu diario vivir. Frente a esta dificultad, podemos encontrar respuesta mediante el autoconocimiento, entendido como la habilidad que posee una persona para reconocer de manera reflexiva sus puntos fuertes, cualidades, puntos débiles, defectos, etc.

Para poder alcanzar las metas que nos proponemos, lo primero que debemos hacer es conocer nuestras fortalezas, pero también las debilidades, pues nos permite tener conciencia de que somos seres imperfectos y, como tales, tenemos aspectos positivos y otros que son negativos.

Desde esta perspectiva, realizar el ejercicio reflexivo de mirarnos a nosotros mismos, resulta útil para enfrentar el Proceso de Portafolio, pues nos permite identificar quiénes somos y, de este modo, responder, por ejemplo, a aquellas preguntas que se presentan en las pautas de reflexión que tienen relación con la identificación de nuestros aspectos más destacados (fortalezas y debilidades).

Se refiere a las cualidades positivas, talentos y atributos innatos que destacan en cada individuo, lo que supone algún tipo de virtud o ventaja adaptativa. Una cualidad se convierte en fortaleza cuando se manifiesta como un atributo constante y destacado de una persona, permitiéndole sobresalir por sobre otras en determinados contextos (académico, laboral o personal). Las fortalezas de una persona pueden basarse en las habilidades, valores éticos, carácter, personalidad, etc.


Las fortalezas más demandadas actualmente, ya sea en contextos académicos o laborales, corresponden a la capacidad de comunicación efectiva, trabajo en equipo, responsabilidad, perseverancia, proactividad, capacidad de adaptación a los cambios, liderazgo, creatividad, etc. Es importante destacar que los conocimientos especializados o técnicos también pueden considerarse fortalezas. 

Las debilidades son defectos, rasgos negativos e incapacidades de cada persona. Constituyen obstáculos para el logro de objetivos que alguien se ha propuesto. Por otra parte, al igual que las fortalezas, resulta clave identificar nuestras debilidades tanto en ámbitos académicos y/o laborales como personales, pues, de este modo, será posible trabajar para minimizarlas o eliminarlas.


Algunas debilidades, por ejemplo, corresponden a la dificultad para hablar en público, falta de liderazgo en trabajos grupales, rigidez, inseguridad, indecisión, falta de empatía, descortesía, impuntualidad, desconcentración, falta de sensibilidad, impaciencia, intolerancia, impulsividad, imprudencia, etc.

La búsqueda de fortalezas y debilidades es muy importante, pues permite tener claridad de aquellas aptitudes y destrezas que posees y se destacan en ti (fortalezas), versus aquellos aspectos más débiles (debilidades) que dificultan el logro de tus objetivos.

Para poder enfrentar esta instancia de Portafolio de la mejor forma, resulta necesario que puedas hacer un alto y que, a su vez, reflexiones en torno a cómo llegas a este momento de tu carrera. Esto significa realizar el ejercicio reflexivo fundamental de autoevaluarnos para poder avanzar en este proceso académico.

De hecho, si realizas el ejercicio reflexivo de comparar cómo llegaste a tu primer día de clases a Duoc UC en cuanto a conocimientos, habilidades, actitudes, etc., y cuánto has aprendido hasta ahora, seguramente podrás verificar que has logrado un gran avance, lo que se traduce en la adquisición de más y mejores herramientas que te permiten continuar avanzando en tu proceso académico con la finalidad de insertarte, posteriormente, en el mundo laboral como un buen profesional.


Para reconocer tus fortalezas y debilidades, debes hacer un ejercicio de autoconocimiento. De este modo, podrás tener claro qué aspectos quieres potenciar o mejorar. 

Las fortalezas nos ayudan a tener mayor confianza en nosotros mismos, mientras que nuestras debilidades deben verse como una oportunidad de mejora y de cambio. 

¿Te gustaría encontrar tus puntos débiles para mejorarlos? 


 

En el ejercicio de descubrir tus fortalezas y debilidades, puedes analizar los siguientes puntos:

 


  •  Identifica qué haces con y sin esfuerzo:  Piensa en aquello en lo que te resulta fácil llegar a un buen rendimiento. También puede ser aquello donde pierdes la noción del tiempo o, simplemente, donde te sientes cómodo. A menudo, los ámbitos, actitudes o labores en los que te sientes bien corresponden a fortalezas. De mismo modo, examina aquello que te resulta difícil o donde el tiempo se hace extenso mientras realizas esa labor, pues es muy probable que ello constituya una debilidad.

 

  • Busca las áreas en las que sobresales: Examina tus resultados en todos los ámbitos de tu vida: familia, amigos, estudio, trabajo, etc., revisando aquellas cualidades que te han permitido alcanzar el objetivo que te has planteado. Por ejemplo, si eres bueno en la resolución de problemas, para analizar detalles o puedes adaptarte al cambio. No tiene que ser una gran meta. A veces los pequeños logros que vamos conquistando ponen de manifiesto atributos como la perseverancia, la capacidad de esfuerzo y la constancia.

 

  • Pregunta a tus seres queridos en qué eres bueno y dónde debes mejorar: Tienes que escuchar a quienes te han observado. Cuida que sea gente de tu confianza y que te aprecie genuinamente. Eso incluye considerar desde comentarios casuales hasta evaluaciones de tu desempeño. Incluso, puedes preguntarles directamente. Así podrás obtener pistas sobre aquello que haces bien y aquello en lo que requieres poner atención para progresar.

 

  • Reconoce qué te motiva a hacer las cosas de mejor forma: Piensa en algo que siempre te motive a hacer más, incluso, si eso significa trabajo duro o implica sacrificio. Enfócate en aquello que te hace querer seguir adelante o aprender más. Por ejemplo, alguien relacionado al área de la salud podría decir que le gusta cuidar pacientes y acompañarlos en su recuperación, mientras otra persona podría observar que es bueno motivando a otros para reunirlos tras una causa. Así mismo, para identificar tus debilidades, toma en cuenta aspectos o situaciones que te hacen perder el interés en algo.

 

  • ¿Cuándo eres arriesgado(a) o decidido(a)? Observa cuándo o en qué tareas en tu estudio o trabajo te sientes más seguro. Si en alguna ocasión te sentiste lo suficientemente cómodo o confiado para tomar riesgos medidos y ampliar tus habilidades, lo más probable es que esa confianza sea una señal de que tienes una verdadera fuerza en esa área. Por ejemplo, habilidades como la curiosidad o la creatividad se manifiestan de este modo.

 

  • Piensa en qué aspecto(s) te enfocas con mayor interés cuando realizas una labor académica o laboral: Los puntos o factores donde te concentras dan cuenta de tus fortalezas. Donde pones tu atención de seguro encontrarás algún atributo. Por ejemplo, si te preocupa entregar un trabajo atrasado, lo más probable es que ello hable de tu compromiso y responsabilidad. Por otro lado, si te preocupa negativamente, por ejemplo, si te pone inquieto hablar en público, ello da cuenta de tu timidez.

Para ayudarte a enfrentar esta instancia de Portafolio, se presenta la siguiente tabla con más preguntas claves que te orientarán en el reconocimiento de tus fortalezas.

Preguntas orientadoras para reconocer mis fortalezas 
Cuando debes enfrentar una tarea o actividad, ¿tienes claridad de los recursos o destrezas que posees y que te ayudarán a conseguir el objetivo?
¿Cuáles son tus talentos? ¿En qué sobresales de una manera especial?
¿Podrías definir y listar con claridad qué capacidades tienes? 
¿Qué cosas o actividades se te dan bien y puedes ejecutar sin dificultad?

 

Por último, se presenta una tabla con preguntas claves que te orientarán en el reconocimiento de tus debilidades.

Preguntas orientadoras para reconocer mis debilidades 
Cuando debes enfrentar una tarea o actividad, ¿reconoces qué te impide conseguir tu objetivo?
Si mañana fuera tu primer día de trabajo, ¿sabes qué te bloquea o atemoriza?
Reconoces las dificultades que tuviste que enfrentar  en tu paso por el Instituto.
Identificas barreras internas o emocionales que interfieren en tu relación con los otros.
Reconoces temáticas o asignaturas que no fueron aprendidas totalmente y, por ende, necesitas reforzar.

 

 

No olvides que lograr reconocer tus fortalezas y debilidades te permitirá identificar las áreas que puedes mejorar o potenciar para seguir creciendo en el ámbito académico y profesional.

Referencias

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