Aspecto a revisar |
Descripción |
1.- Cumplimiento del objetivo del texto |
Corresponde al aspecto más amplio, el que se verificará si el texto:
- Cumple con el propósito de informar, explicar, convencer, etc., a partir de lo solicitado en la introducción, desarrollo y conclusión.
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2.- Elaboración de párrafos |
Examinar que los párrafos redactados en cada uno de los apartados (introducción, desarrollo y conclusión) cumplan con las siguientes características:
Oración principal |
Oraciones de desarrollo |
Oración de cierre |
- Se presenta al inicio del párrafo y cumple la función de introducir el concepto que se abordará en las oraciones siguientes.
- Se debe caracterizar por ser simple, clara y directa, con la finalidad de que el lector comprenda sin problemas el objetivo del párrafo.
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- Se caracteriza por ampliar la información presentada en la oración principal, a partir de la presentación de detalles, descripciones, definiciones, explicaciones, clasificaciones, ejemplos, etc.
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- Esta puede sintetizar lo señalado en el párrafo mediante la oración principal y las de desarrollo; o bien, sintetizar las oraciones de desarrollo y relacionarlas con el siguiente párrafo.
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- Empleo de oraciones cortas: generalmente, las oraciones más largas resultan de mayor complejidad al momento de formular las ideas. Esto, porque el sujeto se aparta del verbo, lo que puede generar confusión u obligar la relectura de estas. Por lo tanto, pese a que no existe una regla, se recomienda emplear entre 15 a 25 palabras por cada oración contenida en cada uno de los párrafos, con la finalidad de facilitar la lectura de las ideas presentadas.
- Simetría en el número de líneas: si bien no existe una regla en cuanto a este aspecto, se sugiere que cada párrafo contenga entre 4 a 12 líneas. Es importante comprender que una secuencia de párrafos muy cortos, eventualmente, podría producir una lectura desagradable debido a los constantes cortes; por el contrario, una secuencia de párrafos muy extensos se vuelve abrumadora y no invita a la lectura.
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3.- Progresión temática |
Para comprobar que existe, el texto debe desarrollar un tema o tópico que avance progresivamente, esto es, que se añada información nueva a la información ya conocida por el contexto.
- En concreto, esta progresión será posible evidenciarla cuando exista una relación entre los distintos párrafos, los que a su vez están conformados por oraciones entrelazadas entre sí.
- En otros términos, la progresión se puede comparar a lo que es un tejido o una cadena, dado que, para conformarse como tal, debe existir una vinculación con el elemento anterior.
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4.- Citas y referencias |
A partir de la norma de estilo APA (7.ª edición), se debe verificar que tanto la integración de las citas (directas o indirectas), ya sea en la introducción o en el desarrollo, como las referencias presentadas, se haya realizado de forma correcta. Esto implica comprobar, en concreto, lo siguiente:
- Incorporación correcta de los elementos propios de la cita (apellido autor, año de publicación, uso de comillas, extensión, número de página, etc.).
- Presentación correcta de las referencias, considerando orden alfabético, según el primer apellido del autor, uso de sangría francesa, coincidencia con las citas incluidas en el desarrollo del texto, etc.
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5.- Escritura a nivel local |
Corresponde al aspecto más particular, en el que se debe revisar que el texto cumpla adecuadamente con los siguientes aspectos:
- Claridad: la redacción de un texto académico debe ser lo más clara posible. Esto significa que se deben evitar todas aquellas expresiones y palabras rimbombantes, ambiguas, confusas o rebuscadas, que no aportan a la expresión clara de las ideas.
- Precisión: esta se logra utilizando los términos o palabras específicas al formular una idea, de tal modo que esta se entienda claramente. Es fundamental considerar que la información transmitida desde tu cerebro al texto siempre será leída por otra persona, lo que significa desarrollar la capacidad de escribir para el lector.
- Cohesión: propiedad textual que permite facilitar la comprensión de un escrito, a través de las relaciones de conexión que se establecen entre los diferentes elementos del texto. La cohesión se evidencia mediante diversos procedimientos que relacionan las distintas ideas entre sí. Entre estos, se destacan los siguientes mecanismos de cohesión: conectores, marcadores discursivos, pronominalización, elipsis y sustitución léxica (sinónimos, hiperonimia, hiponimia, etc.).
- Sintaxis adecuada: referida al orden que deben tener las palabras dentro de una oración, considerando principalmente el sujeto, verbo y predicado. Si este aspecto no se presenta de forma correcta, se generará confusión en quien lee, por lo tanto, se vuelve dificultoso comprender el significado de las ideas formuladas en el trabajo académico.
- Concordancia: se produce cuando los elementos que componen una oración concuerdan, ya sea en número, género o tiempo verbal. En concreto, esto implica, por ejemplo, que, si el sujeto es singular, el verbo tiene que ser singular; consecuentemente, lo mismo en el caso del plural.
- Uso de expresiones referidas al ámbito escrito: comúnmente, se utilizan expresiones referidas a acciones relacionadas a la oralidad, dada la costumbre de comunicarnos mayormente en este contexto. Por ello, se debe tener especial cuidado para no utilizarlas al momento de redactar un trabajo académico. Entre estas, se encuentran, por ejemplo, hablar, ver, decir, reemplazables por señalar, mencionar, indicar, referir, plantear, etc., propias del plano escrito.
- Vicios idiomáticos: corresponden a incorrecciones cometidas en el ámbito oral o escrito. Estos errores dificultan la interacción comunicativa y la comprensión efectiva. Entre estos, se encuentran el queísmo (error que consiste en usar la partícula “que”, cuando lo correcto es “de que”), dequeísmo (error que consiste en usar la partícula “de que”, cuando lo correcto es “que”), barbarismos (se da cuando se escribe mal alguna palabra, creyendo que tiene cierto significado. Por ejemplo, “nadien”, “ambos dos”, “haigan”, “rebundancia”, etc.).
- Ortografía acentual, puntual y literal: aspecto fundamental en cualquier escrito académico, referido al uso correcto de tildes, signos de puntuación (puntos, comas, dos puntos, comillas, etc.) y uso de letras, respectivamente, según las reglas establecidas por la Real Academia Española (RAE).
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