La integración de la IA en el proceso de aprendizaje se presenta como una oportunidad transformadora. Para lograr este objetivo, las buenas prácticas docentes juegan un papel crucial, ya que guian la incorporación estratégica de la IA en el aula, lo que permite la aplicación consciente de este tipo de herramientas en el ámbito educativo. Esto no solo mejora la eficiencia del aprendizaje, sino que también abre nuevas dimensiones para cultivar habilidades críticas en los estudiantes.
A continuación, se presentan algunas buenas prácticas referidas a la integración de la IA al proceso de aprendizaje:
Dialogar con nuestros estudiantes acerca del valor que puede aportar la IA en ciertas tareas de nuestra asignatura. |
Por ejemplo, en el contexto de la elaboración de un trabajo de investigación, podemos señalar que la IA se puede utilizar para:
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Socializar en el curso cuáles son los principales aspectos de transparencia y ética en el uso de herramientas de IA. |
Una vez analizados cuidadosamente los beneficios que el uso de la IA puede aportar en las principales tareas y evaluaciones de nuestra asignatura, se recomienda, por ejemplo:
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Comunicar explícitamente en cada tarea o evaluación sobre los resguardos a considerar a partir de la información generada por la IA. |
Resulta fundamental entregar instrucciones claras referidas a la obligación de revisar y verificar la información obtenida de una IA. Algunos ejemplos de indicaciones concretas para los siguientes casos:
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Explorar la inteligencia artificial como objeto de estudio en nuestras clases.
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Esta iniciativa permite abordar su funcionamiento, implicaciones éticas, impacto en entornos profesionales y académicos, así como aplicaciones específicas relevantes para la asignatura. A continuación, un ejemplo de un tema que podría resultar enriquecedor para abordar en una clase:
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